El ayuntamiento de Madrid y la Comunidad de Madrid firmaron hace poco un acuerdo para la eliminación de diferentes poblados chabolistas existentes en el término municipal de la capital. Bien, aunque luego deben aparecer otros como setas, porque ya no se cuantos años llevan quitando poblados marginales, que luego siempre aparece alguno nuevo.
Aquí el enlace a la noticia en El Mundo y en El País
Muy bonito, ¿pero que tiene esto que ver con Alcorcón?, pues en concreto tiene que ver Las Mimbreras, poblado chabolista del distrito de Latina y colindante con el término municipal de Alcorcón. De hecho lo llaman Las Mimbreras II, no sabía que semejante gueto hubiera sido tan bueno como para merecer una segunda parte.
Situemonos con una vista de google maps.
Como se puede observar la situación es de lo mejorcito.... para crear un autentico gueto de marginalidad. Encajonado entre dos ramas de de la M40 con un único acceso que es un camino mal asfaltado hacia la carretera de Madrid a Leganés.
No se a que mente preclara se le ocurriría plantear un poblado de realojo en semejante terreno, bueno si lo se, la mente preclara del ex-alcalde de Madrid, Álvarez del Manzano. Ya desde el principio los habitantes del poblado comentaban los problemas de incomunicación, artículo de El Mundo
Espero que eliminen semejante disparate de poblado de realojo y que no se vuelva a levantar otro Mimbreras en ninguna parte.
Con respecto a Alcorcón, aparte de que linda con nuestro término municipal, la marginalidad y dejadez del poblado ha hecho que en los últimos años creciera, no solo con realojos de otros poblados chabolistas, sino con nuevos elementos que se han dedicado a la novedosa tarea del quemado de cable, proceso mediante el cual se eliminan los recubrimientos del cable eléctrico y de teléfono previamente substraído de las calles de cualquier población, permitiendo así vender más fácilmente lo valioso del mismo, el cobre. Este proceso de quemado continuo produce el efecto no deseado de continuas nubes de humo negro fácilmente visibles desde Alcorcón, que entorpecen la visibilidad a los conductores de la M40, elevan los índices de contaminación de el ya de por sí, sucio aire que respiramos, y nos hace llegar un pestilente olor a plástico quemado, fácilmente detectable sobre todo en verano.
